Está en la naturaleza del ser humano comunicarse, expresamos muchas cosas de manera verbal: cariño, rabia, amor, indiferencia, enojo, humor, sarcasmo, ironía, reclamos y demás; hablamos y hablamos y no paramos de hablar. Y en ocasiones abrimos la boca sin medir lo profundo e hiriente que pueden llegar a ser nuestras palabras, no pensamos en la resonancia que puede llegar a tener un comentario en la mente de la otra persona y nos encerramos en nuestra burbuja de orgullo, pensando que estamos bien, que hicimos lo correcto. Y después viene el silencio...Es muy fácil dañar a la gente que te rodea... y aún más fácil dañar a quien te quiere, NO nos encerremos en nuestras paredes craneales; pensemos que la otra persona a tu lado puede ser afectada por nuestras acciones. podemos incluso dejar cicatrices que ni con la más sofisticada formula se borran... No nos autoconvenzamos que todo lo que hacemos es lo correcto. Porque lo mas seguro es que, quien tiene el problema es uno mismo. Para que jodidos engañamos nuestras mentes?...
En otras circunstancias, funciona más quedarte callado y así no lastimas a los demás. El problema es que a veces al quedarnos callados decimos más cosas que las que pueden salir de la boca, Transmitimos emoción, sentimientos, angustias. Caemos en un silencio; un silencio que pesa y que es incómodo...
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~" Ya tu silencio me lo dijo todo"~
