Oct 28, 2005

Muerto en Vida

Se acerca un dia especial..
Todo es oscuridad. El silencio parece destrozar cada átomo de mi cuerpo, si es que queda algo de él pues no lo siento. No sé si estoy vivo o muerto, sólo sé que no puedo sentir, no puedo tocar, ni oler, ni oír, tan sólo puedo escuchar la voz de mi conciencia que suena al eco de un moribundo que grita desesperado dentro de una cueva sombría. ¿Dónde estoy? ¿Será esto el cielo? No es como lo esperaba pero... no es posible, no puedo estar muerto. Tengo la corazonada de que estoy vivo pero es tan difícil decirlo cuando no puedes poner tu mano en el pecho para sentir el palpitar de tu corazón. Si tuviera la posibilidad de llorar, lloraría con tal intensidad que hasta el más árido de los desiertos se inundaría con mi mar de lágrimas.
Llevo así mucho tiempo. La verdad que no sé si un día, un mes o un año ya que he perdido la noción del tiempo. En el transcurso de este tiempo indefinido he pensado en muchas cosas. Por mi cabeza pasan cientos de recuerdos y he logrado sacar algo en claro; llega a mi cabeza la imagen de mi familia, amigos. Esto último es tan cierto como que no estoy muerto. Los echo tanto de menos. Tan sólo pensar en la de que cosas que no les he dicho y quiero decirles, en la de cosas que no he hecho con ellos y deseo hacer, hace que me aflija tanto, que desearía estar muerto para no pensar. De que me sirve pensar si no tengo cuerpo ni familia...esto no es vivir, ¿qué vida podría ser ésta?
Si nunca más voy a oler el sutil aroma de la vainilla o la canela, o el olor que deja tras su paso la lluvia, o el de las fresas en mi pueblo. Oir el llanto de una madre que recibe por primera vez a su hijo; o a degustar el tierno sabor de un beso, o el del agua cristalina de un manantial a la que, en contra de lo que muchos aseguran, yo encuentro sabor. Si nunca más voy a ver una rosa o una orquídea, el mar o cualquier otra cosa que haga sentirme vivo, prefiero la muerte...