Mar 22, 2007

CRASH

Era de noche y festejábamos el regreso de Hugo, uno de mis primos que se había ido a Estados Unidos algunos años atrás. El mariachi llegó, las copas comenzaron a circular entre mis tías y primos y el baile no se hizo esperar, a cual más lucía sus mejores pasos..

Llegaban a saludar los vecinos y la comida comenzaba a escacear; -"Carlos, ve a la casa a traer mas comida para las tostadas, porque ya casi se termina"- dijo mi mamá, a lo que amablemente respondi: "Sí madre querida, se te ofrece alguna otra cosa?".. bueno no, en realidad le dije de mala gana que mandara a mi hermano, pues no quería perder detalle de la fiesta (más de mis tias que ya estaban como cola de perro: hasta atrás!). Confiado en que eran solo unas cuantas cuadras, terminé por pedirle las llaves del carro a mi papá, él accedió. Llegué a la casa, estacioné medio bien el carro, saqué la comida y me dispuse a regresar. Heché el carro de reversa y ¡ZAZ!, adiós luz direccional izquierda, y bienvenido, rayón en la pintura. Rápidamente junté los pedazos de la mica, fuí por resistol y según yo se lo pegué de tal manera que no se notara tanto..

Pero duré más pegando los pedazos, porque al día siguiente el mugre resistol haría de las suyas, desmoronándose el foco frente a los ojos fúricos de mi papá mientras lo estaba lavando. -"A poco creíste que no me había dado cuenta, re-cabrón!"- y yo: "mmm puessss que te diré...", -"Por eso les digo que se enseñen a manejar bien, pero les vale...", durante un rato yo veía que él movía la boca y a lo lejos sólo escuchaba el "bla bla bla bla bla". Yo todavía indignado por el sermón le dije que no le volvía a agarrar el carro.

Pero cae más rápido un hablador que un cojo, pues ya le ando agarrando el carro siempre y cuando él ande de buen humor, o que yo lo lave y le ponga gas. Eso sí, manejo yo solo, porque nomás no me gusta que mi papá me vaya vigilando, porque o se pone de malas, o me pone de nervios a mí y nomas voy cajeteándola. Lo cierto es que la historia ya se repitió, exactamente en el mismo lugar de la entrada de la casa.

"¡Chacho Tarugo!" Fue lo que mi jefe dijo de mi hermanillo después de que el pasado fin de semana despostilló la pared al querer estacionar el carro...

Ni modo, son gajes del oficio; nadie nació sabiendo conducir, ultimadamente dicen que hechando a perder se aprende, o no?.