Hay una Mujer

Hay una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana y en la vejez trabaja con el vigor de la juventud.
Una mujer que si es ignorante, descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si es instruida, se acomoda a la sencillez de los niños.
Es quien siendo pobre satisface con la felicidad de los que ama y siendo rica, daría con gusto sus tesoros por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud...

Esa mujer que mientras vive, pocas veces sabemos apreciar porque a su lado todos los dolores se olvidan. Sin embargo, despues de muerta daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un solo instante, por recibir un solo abrazo, por escuchar una sola palabra... de los labios de nuestra madre.


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"Feliz el hombre que devuelve a su madre los contentos y las caricias que de ella ha recibido. Ojalá yo pueda un día sostener la vejez de aquella que sostuvo sus primeros pasos."